RECOMENDACIONES

Recomendaciones
generales

1. ANTES DE LA EXTRACCIÓN

  • Sólo beber agua.
  • No fumar ni mascar chicles.
  • Reducir al mínimo la actividad física y evitar situaciones de estrés.
  • Es necesario, además, no haberse sometido a estudios por imágenes con contraste endovenoso dentro de las 72 horas previas a la toma de la muestra.

2. EN EL MOMENTO DE LA EXTRACCIÓN

Al ingresar al box, el extraccionista le realizará una serie de preguntas (medicamentos que toma, razón por la que se realiza el análisis, síntomas, etc.).
Su respuesta es fundamental, porque esta información adicional es necesaria para que el bioquímico valide los resultados de sus análisis y tome ciertas decisiones. Por ejemplo, si un resultado no es acorde a ciertos parámetros, el bioquímico puede realizar un adelanto de información al médico.

3. DESPUÉS DE LA EXTRACCIÓN

Para evitar complicaciones, es recomendable:

  • Presionar con firmeza el algodón sobre el sitio de punción, el tiempo que el extraccionista le indique, para facilitar la cicatrización.
  • No doblar el brazo. Mantener la tela adhesiva por 30 minutos.
  • A fin de evitar hematomas, no levantar peso o hacer fuerza con ese brazo durante todo el día (evitar llevar la cartera, levantar bolsas o ir al gimnasio).

Extracciones a niños

La realización de un análisis clínico es una experiencia singular para los niños. Es importante que se sienta protegido y contenido frente a este tipo de prácticas.

Además de la preparación previa que corresponde a su análisis, usted puede ayudarlo a prepararse para la extracción de sangre y disminuir sus miedos. La colaboración de los padres es fundamental en la contención afectiva.

Habitualmente es mejor brindarles información a los niños. Es mejor si le cuenta de qué se trata y para qué se realiza, es probable que así se sienta menos preocupado.

Evite engañarlo, contarle experiencias negativas o demostrar preocupación o nerviosismo. No vuelva sobre el tema si el niño no insiste.

Los niños se sienten mejor cuando creen que tienen un poco de control. Le puede dar opciones, por ejemplo, preguntarle qué quiere llevar al laboratorio, o si prefiere jugar con un juguete o escuchar su cuento preferido mientras le sacan sangre.

Hágale saber que es normal que no le guste que le saquen sangre o que lo pinchen. Es bueno dejar que el niño pueda expresar cómo se siente. También es buena idea decirle al niño que el “trabajo más importante” es que permanezca quieto y tranquilo durante el procedimiento y que la razón más importante es su salud.